Como es bien conocido, existe en la actualidad una amplia variedad de métodos anticonceptivos, que buscan como finalidad adaptarse a las diferentes necesidades y circunstancias de cada mujer. Debido a esto, sabemos que es de vital importancia ofrecer un espacio de consejería dentro de la consulta ginecológica, con el fin de brindar información acerca de cada uno de los métodos disponibles, considerando la situación singular de cada persona y logrando evaluar en conjunto cuál es la opción más adecuada, según preferencias, estilo de vida y estado de salud, ya que el método ideal para una persona puede no ser el mismo que para otra.

Así, estableciendo la situación de cada paciente (características personales e historia reproductiva, presencia de enfermedades y uso de medicamentos) y, basándose en los criterios médicos de elegibilidad de la Organización Mundial de la Salud (OMS)¹, se logran establecer cuatro categorías finales sobre el uso adecuado o no de cada método anticonceptivo (-Categoría 1 / 2: Usar el método // -Categoría 3 / 4: No usar el método), que persiguen como objetivo permitirnos evaluar cuál va a ser aquél que nos otorgue más beneficios que efectos indeseables, en el contexto de la singularidad de cada persona.

Por todo lo antedicho, antes de comenzar el uso cualquier método por cuenta propia o siguiendo el consejo de algún familiar o amigo, es importante acercarse a la consulta con un especialista en Ginecología que pueda aclarar todas las dudas, brindar datos concisos y acompañar en la elección personalizada y particular de cada mujer.

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