Corto plazo : Aparecen los síntomas vasomotores, con cuyo nombre se conocen a los episodios de sofocos acompañados de sudoración. Éstos constituyen, muchas veces, la primera manifestación del Climaterio. Pueden comenzar antes de la menopausia e ir disminuyendo en forma gradual en los años posteriores; aunque existe un porcentaje de mujeres -cercano al 20 %- que puede continuar con este malestar hasta 5 a 10 años luego de su último período menstrual, e incluso aún más. Por esto mismo, la consulta temprana tiene como objetivo una evaluación integral, con la consiguiente elección del tratamiento más adecuado para cada persona. Asimismo, en esta primera etapa pueden hacerse presente otros síntomas como: irritabilidad, ansiedad, angustia, humor depresivo, dificultad en la concentración, aprendizaje, memoria, trastornos del sueño y disminución de la libido o deseo sexual.
Mediano plazo : Se acentúan los cambios a nivel del tracto genitourinario, cuyo principal síntoma referido por la mujer es la sequedad vaginal que causa especial disconfort en la esfera sexual. A su vez, hay coexistencia de síntomas a nivel urinario tales como incontinencia de orina e infecciones urinarias a repetición, entre otros. Son malestares de aparición progresiva, que se van instalando a lo largo de los años y que no resuelven de forma espontánea. En este punto cobra principal interés la prevención en las etapas tempranas del Climaterio, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de todas las mujeres, y no llegar a la consulta de forma tardía.
Largo plazo : Existe aumento del riesgo de enfermedad cardiovascular y osteoporosis. El inicio de la menopausia debe considerarse como un momento clave para realizar un chequeo integral, poniendo particular énfasis en los factores de riesgo y la mejoría de aquellos considerados modificables.
Las esperamos en el Departamento de Climaterio para hablar de todos estos temas y brindarles la solución correspondiente a cada caso.