El cordón umbilical es una estructura que une al feto con la placenta. Básicamente es una estructura gelatinosa que contiene dos arterias y una vena, que sirven para que el bebé pueda recibir los nutrientes y a su vez eliminar los deshechos. Dos o tres minutos después del nacimiento se secciona el cordón umbilical y queda ligado al recién nacido durante los primeros días de vida. Esta zona debe considerarse como una herida abierta y constituye una puerta de entrada para infecciones, ya que las bacterias del ambiente que se depositan allí, pueden crecer con relativa facilidad si no se realizan los cuidados esenciales para conservar la asepsia. De hecho, el mayor riesgo que presenta esta estructura es el de infección, llamada onfalitis. Su prevalencia es de 0,7% en países desarrollados y de 2,3% en los países en vías de desarrollo, es decir que se encuentra relacionado a las condiciones de higiene y asepsia.
La observación por parte de los padres es de suma importancia y tiene por objeto la posibilidad de detectar a tiempo cualquier complicación.
Para prevenir infecciones y favorecer la cicatrización se lo debe mantener siempre seco, limpio y fuera del pañal. Consulta sin falta al pediatra cuando tenga mal olor, secreciones o sangrado. Recuerda lavar bien tus manos y mantener las uñas cortas y limpias.
Referencias bibliográficas:
-Zupan J, Garner P, Omari AA. Topical umbilical cord care at birth› Cochrane Database Syst. Rev.2004 (3):CD001057 www.ncbi.nlm.nih.gov
-Capurro H. Cuidado tópico del cordón umbilical en el nacimiento: Comentario de la BSR. La Biblioteca de Salud Reproductiva de la OMS; Ginebra: Organización Mundial de la Salud www.who.int/rhl/newborn/cd001057_capurroh_com
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